La tecnología de resonancia acústica monitorea el cambio de fase de las ondas sonoras, más que el principio del tiempo de vuelo, para calcular la velocidad y dirección del viento.

Lograr resonancia dentro de la cavidad del sensor resulta en una alta relación señal/ruido, haciéndola más resistente a la interferencia de la señal, lo que ayuda a mantener una alta disponibilidad de datos (>99,9%).

Esta diferencia en el principio de medición también permite que nuestro diseño sea más pequeño, ligero y resistente comparado con otros sensores ultrasónicos. El pequeño tamaño y masa del producto reduce la potencia necesaria para que los calentadores incorporados mantengan el sensor libre de hielo, incluso en climas extremadamente fríos.